Nuestra lengua, el castellano, proviene del latín, de los fenicios, de los árabes y de los bárbaros entre otros des de hace más de 2 000 años. Como todas las lenguas, la nuestra está en constante evolución ya que cada día se crean neologismos nuevos.
La ortografía se crea por necesidad ya que tiene que haber una NORMA que unifique conceptos. La ortografía es la ley de las letras. Tiene que haber algo que diga esto está bien escrito y esto no.
Estas normas no solo se usan para escribir correctamente las palabras sino que también tiene un uso de darle significado a las oraciones. En esto entramos en pronunciación y puntuación. Una frase puede cambiar mucho si la puntuación no está en su sitio y con esta, su pronunciación. El caso es que la ortografía une. Como en todo, tiene que haber unas normas porque si yo escribo una palabra de una determinada manera y mi compañero de Argentina lo escribe de otro modo no nos vamos a entender. Hablamos también de contexto cuando decimos que una palabra se escribe igual que otra pero no en el mismo espacio. Por ejemplo si digo “ayer me comí una carpa”, claramente no me he comido un circo y aunque a veces haya el caso de que dos palabras se pronuncien diferente pero se escriban igual, también hablamos de contexto.