Decir que las mujeres han estado incivilizadas en la historia de la humanidad, es decir poco. Poco porqué representamos la mitad de las personas que habitamos la faz de la Tierra, y por qué no hace falta irse muy lejos para verlo. Es más actualmente, darte cuanta de la situación que las mujeres hemos vivido, estamos viviendo, y esperemos que no pero, viviremos, no es difícil. Simplemente es necesario abrir los ojos hacia la verdad de la situación. Y sé que cuatro palabras no van a cambiar nada, es solo un grano de arena en un desierto infinito, pero si sumamos esos granos, finalmente, vamos a acabar teniendo una montaña. Una montaña de verdad, de justicia y sobretodo, sobretodo de igualdad.

Este pequeño grano de arena mío se lo voy a dedicar a Ángeles Santos. Una artista de la generación del 27. Y es por ella por la que he hecho este proyecto junto a mi grupo. Y bien, ¿en qué consiste? Nosotros hemos decidido utilizar como recurso principal un hilo rojo. Este ha ocupado los pasillos del instituto durante más de una semana y puedo decir, orgullosa, que ha despertado la curiosidad de todos los alumnos del instituto. Nuestro principal objetivo siempre fue captar la atención de los adolescentes a través de un hilo conductor, literalmente, y dirigirlos así, hacia la sala de Ángeles Santos. Después este hilo los condució hacia una sala dónde les esperaba una mesa con un par de gafas de realidad virtual. Una vez que se ponían las gafas podían observar una pequeña galeria con los cuadros expuestos de Santos.

Cómo conclusión diré que lo que más nos ha costado sobrellevar ha sido la organización y la falta de tiempo para preparar las gafas. Aún que estoy satisfecha con el resultado.

Yo ya conozco a Ángeles Santos, ¿y tú?