Para este trimestre, hemos estado leyendo el libro de “El Lazarillo de Tormes”
Me han pedido hacer diversas cosas entre ella, una crítica, un booktrailer y una adaptación del Lazarillo a los tiempos de ahora.
La crítica
El protagonista nació en un pobre y humilde hogar que tuvo que abandonar cuando solo era un niño, con el fin de ganarse la vida sirviendo a una serie de amos: un ciego que le enseñó a base de golpes la importancia de ser astuto en esta vida, un clérigo que lo mataba de hambre y le obligaba a hacer las tareas domésticas, un escudero que aparentaba lo que realmente no era, un predicador que estafaba a los feligreses… La vida de Lázaro es como una carrera llena de obstáculos que él se toma con mucho humor como si formase parte de algo pasado. Pero ¿por qué nos la relata? la pregunta cobra sentido al final del libro, algo que yo no os voy a contar por si hay algún lector interesado en leer esta historia más que recomendable.
Pero poniéndonos críticos, este libro no es de los mejores que he leído, ya que hay fragmentos de la obra que me parecen aburridos o simplemente no me hagan el peso, la historia pasa lentamente en cada tratado, pero entre ambos hay un margen de tiempo descomunal.
Las críticas que hace el autor, son muy acertadas a esa época, pero actualmente ese libro también critica muchas de los aspectos actuales.
Booktrailer
Querida, te escribo desde mi lecho de muerte para pedirte perdón por todos los engaños que te he hecho estos últimos años, sobretodo el de Bankia. Te voy a explicar las razones por las que yo decidí colaborar en el fraude fiscal de las Tarjetas Black.
Cuando era un niño pequeño, mis padres no pudieron pagarme los estudios de primaria, así que tuve que aprender por mi mismo yendo a la biblioteca cada día. En Molins de Rei, mi pueblo, todo era mucho más fácil que si nos hubiéramos mudado a Barcelona cuando le ofrecieron un trabajo a mi padre en la Conselleria d’Interior. Mi padre decía que Barcelona es una ciudad preciosa y la Conselleria d’Interior le traía muchos recuerdos de su adolescencia. No se sabía si creérmelo, pero cuando hablaba de ese sitio se emocionaba mucho, así que debía ser verdad lo que decía. Molins de Rei, en cambio, no le traía muy buenos recuerdos, ya que tuvo que matar a un gran número de cabras y ovejas antes de mudarse a Barcelona.
A muy temprana edad, cuando yo tenía diez años mis padres fueron asesinados en medio de la plaza mayor, así que me tuve que valer por mi mismo, ya que no me quedaba nadie en mi vida.
Estuve un día vagando por las calles de Molins de Rei, cuándo Sergi Galaute, el carnicero, se me acercó y me preguntó si necesitaba ayuda. Yo le respondí que sí, que necesitaba un padre y una madre que me cuidasen. El me dijo que no tenía mujer, sino marido. Entonces me dio un cuchillo y me dijo que tenía que empezar ya cortar carne, que si soy flojo no llegaré a nada en toda mi vida.
Sergi me enseñó lo que necesitaba saber: a valerme por mi mismo. Estuve trabajando para él, sin cobrar nada, hasta los dieciocho años, que me dio mi primer sueldo. Cuándo llegué a los veinte años, me dijo que ya estaba preparado para vivir solo, y por mi cumpleaños, me regaló un piso de treinta metros cuadrados. Dejé de trabajar para él, me mudé a Barcelona, vendí el piso que me regaló mi padrastro y con el dinero me compré un piso de veinte metros cuadrados.
En la gran ciudad de Barcelona, me fui directamente a la sede de Ciudadanos, ya que Sergi siempre les votaba, o al menos eso me contaba. Les pregunté si necesitaban a alguien para el partido, yo estaba dispuesto a trabajar para lo que fuese, desde organizador de eventos hasta diputado. Ellos me dijeron que lo hablase con la Srta. Arrimadas. Así que entré en su despacho y estuvimos reunidos durante una hora, estuvimos hablando sobre las próximas elecciones que todavía no estaba claro cuando iban a ser. Al final me contrató como organizador de eventos de Ciutadans, que és como se decían en Cataluña.
Inés fue mi segunda jefa, ella me trató, digamos que no muy bien, cuándo me equivocaba me quitaba todo el sueldo del mes, nunca me dejaba comer en los eventos, i cuando lo hacía me metía la bronca. Pero tenía un contrato de un año con ella. Así que tuve que seguir los consejos de Sergi i valerme por mi mismo.
Con la Sra. Arrimadas no estuve mucho tiempo, ya que cuando acabó el año me fui de ese sitio y no volví más a pisar una carpa de Ciudadanos.
Estuve paseando por la calles urbanizadas de la gran ciudad y, entre carteles luminiscentes, vi un cartel que me recordó a la “Senyera”, la bandera de Cataluña, me detuve a leer que estaba escrito en el cartel, y vi que en el cartel luminoso del portal ponía: “Esquerra Republicana de Catalunya”. En la puerta había otro cartel que ya había visto en otros sitios que ponía: “Llibertat, presos polítics i preses polítiques”. Yo no sabía qué hacían en el local. Creía que era un museo sobre la historia de Cataluña. Pero, cuando entré, vi la “Senyera” con un triángulo azul y una estrella, parecía una variación de la bandera de la República de Cuba. También vi un enorme lazo amarillo en la pared, me giré a la recepcionista y le pregunté:
– ¿Qué quiere decir este lazo amarillo? – Le pregunté a la recepcionista
– Es muy sencillo, desde el año pasado, que nuestros líderes políticos están encarcelados de manera injusta o en el exilio huyendo de las injusticias de nuestro país.
A parte de esa pregunta, le hice muchas más de aspectos políticos que no te aburriré ahora en este estado moribundo en el que me encuentro.
La recepcionista me convenció me afilié a “Esquerra Republicana de Catalunya”. Empecé a ir a manifestaciones de carácter independentista, hasta que me Pere Aragonès me preguntó por mi nombre, yo le respondí que me llamaba Joan Captaire. El Sr. Aragonès, con palabras muy amables me dijo:
– Un home com vostè, alt i prim, amb uns ideals no molt convençuts, està aquí, al front d’una manifestació per a l‘alliberament dels presos i el retorn dels exiliats. Per cert, li agradaria ser el meu secretari? (Un hombre como usted, alto y delgado, con unos ideales no muy convencido de ellos, está aquí, al frente de una manifestación para la liberación de los presos políticos y el retorno de los exiliados. Por cierto, ¿le gustaría ser mi secretario?)
Yo respondí que sí, con una ilusión muy grande. Y, así, es como empecé a trabajar para mi tercer jefe: Pere Aragonés.
Pere era un hombre humilde, honesto, puntual y le gustaba ayudar, pero en estos tiempos que corren, él no iba muy bien de dinero, tenía una hipoteca, una familia a la que mantener, unos ideales por los que la extrema derecha lo habían amenazado. Se sentía acobardado, por mucho que él fuera el vicepresidente, tenía muchos enemigos ultra derechistas.
Una vez que entraba en el Palau de la Generalitat de Catalunya, era un hombre distinto, alegre, como si nunca le hubieran insultado, esa doble vida que llevaba era muy difícil de mantener.
Hubo un día, en el que se derrumbó por completo, estaba triste, se puso a llorar me contó que les habían quitado la casa y que no tenían donde vivir. Entonces, le pregunté si le gustaría venir él y a su familia venir a vivir conmigo. Pere me respondió que no hacía falta, que ya se buscarían la vida. Entonces les di todo mi sueldo de tres meses.
Ellos estaban muy contentos, entonces le dije que no se preocupara que mejor que no tenga un secretario a sueldo que es muy caro, y así és como dejé tener a Pere como mi jefe.
Cogí mis maletas, vendí mi piso y me fui en autobús hacia Tarragona.
La primera noche estuve durmiendo en un hostal mínimo, pero barato. A la mañana siguiente me fui a la sede de “ERC de Tarragona” me dieron trabajo pegando carteles del partido por las calles.
Cuándo cogí experiencia en el oficio, decidí adentrarme en los callejones de Tarraco. Esa noche fue espantosa, me agarraron cuatro hombres muy fuertes, y me empezaron a quitar la ropa. Yo estaba agobiado por lo que me podían llegar a hacer entonces resultó que esos hombre me estaban violando. Quando me creía muerto, apareció una mujer mayor, con cara de pocos amigos, y, entonces, empezó a chillar en catalán:
– N’hem a veure colla de fatxes, que feu violant a un pobre nen en aquests carrerons, com us enxampi, haureu desitjat morir durant el part! (Vamos a ver banda de fachas, que hacéis aquí violando a un pobre chaval en estos callejones, como os pille deseareis haber muerto durante el parto)
Yo estaba en el suelo llorando cuando la anciana se me acercó y me dijo:
– Nen, estàs bé? (¿Niño, estás bien?)
Yo no le pude responder, ya que mis ojos se llenaron de lágrimas. La anciana me cogió y me ayudó a levantarme, me puso el poncho que ella llevaba puesto, y me llevó hasta un local. Ese local estaba lleno de esteladas, de lazos amarillos, de carteles a favor de la independencia, carteles insultando al Gobierno Central… Era un local más radical en sentido a la independencia, que el local de ERC.
Cuando me recuperé, le pregunté a esa señora donde estaba, y me respondió que estaba en la sede de la Candidatura d’Unitat Popular de Tarragona (CUP-Tarragona). Me dijo que ellos hacían lo que los demás políticos evitaban hacer, ir a concentraciones, romper vallas de autopistas, actuar como los chalecos amarillos… Después de toda esa información, le pregunté cómo se llamaba ella, y me respondió con su nombre: Gabriela Serra.
Gabriela me contó que en las próximas elecciones deberíamos votar todos en masa al partido de Carles Puigdemont. Ya que para que vuelva el presidente, se ha de votar al presidente.
Estuve unos días pensando en lo que me dijo Gabriela, hasta que, de repente, lo vi todo. Antes de la declaración unilateral de independencia, que muchos de los partidos independentistas, no han estado vendiendo bulas sobre la ayuda de la Unión Europea, el reconocimiento internacional, es decir, una república de un día para el otro.
Però después de dicha declaración, resulta que nos aplicaron el artículo 155, es decir, que nos destituyen el gobierno indefinidamente, resulta que el Govern de la Generalitat no estaba preparado para asumir la independencia, que no había estructuras de estado y, encima, no tuvimos ni el soporte de Andorra.
Durante la campaña, nos dijeron que volvería el President Puigdemont, y, casi un año después de que los independentistas ganasen una mayoría absoluta en el Parlament de Catalunya, va, y resulta que el Sr. Puigdemont no puede volver a Cataluña para gobernar.
Después de esta reflexión decidí dejar a Gabriela, por las mentiras que dijeron los independentistas sobre la república que ellos habían soñado.
Cogí mi coche y me dirigí hacia Vielha para desconectar de la política y un poco de todo en general.
Una vez allí decidí sacarme el título de profesor para dar clases a los niños de la E.S.O..
Estuve tres años estudiando, y haciendo prácticas en escuelas de la Vall d’Aran.
Al sacarme el título de magisterio y el de filosofía, estuve trabajando en el Institut d’Aran, yo sabía muy poco de aranés, y no se me daba muy bien el catalán, así que decidí hacer clases de aranés.
Los alumnos me admiraban, me contaban sus problemas, se reían conmigo, era el profe ideal, hasta que me preguntaron por lo que pasó el primero de octubre de dos mil diecisiete.
Les dije lo que pensaba, que nos metieron de hostias a más no poder, y aproveché para hacer una reflexión filosófica.
Dos días más tarde, aparece la policia y me arresta por “adoctrinar” a mis alumnos e insultar a los guardias civiles.
Después de ese día los padres me miraban mal, los profesores casi ni me hablaban, solo los alumnos me entendían. Cada dia que pasaba más me derrumbaba. Ya no sabia que hacer, hasta que decidí dejar la professió e irme a Madrid a trabajar en un banco como administrador, ya que en ese tiempo que estuve en política, aprendí mucho de contabilidad, renta y más cosas con las que no quiero aburrirte querida.
Estuve enviando currículums a todos lados, pero solo me aceptaron en un banco: Bankia.
Ahí subí rápidamente en cargos bastante importantes.
Un dia muy importante par mí, fué cuando me nombraron mano derecha de Rodrigo Rato.
Un dia, estaba trabajando con él, cuándo me dió un sobre con una tarjeta negra. Y me dijo que me comprase lo que quisiera que la pagaba la empresa. Yo, como un necio, me compré todo lo possible i más. Hasta que me detuvieron por partícipe en el fraude de la tarjetas Black.
Rodrigo Rato, el hombre que simbolizó el éxito de la España que emergía a finales de los noventa para competir con las grandes potencias del mundo; que estuvo a punto de suceder a José María Aznar para aspirar a la presidencia del Gobierno, resultó ser el estafador más grande de España.
El Tribunal Supremo ha mantenido mi condena de cuatro años y medio que impuso la Audiencia Nacional por las tarjetas black, lo que me hizo ingresar en prisión.
Esos cuatro años fueron infumables para mí.
Y de la cárcel al hospital: mi lecho de muerte.
Querida, estos han sido los motivos por los que hice todo eso y por los que te mentí. he tenido una vida muy dura, y no se como pedirte disculpas, no espero que me respondas, ya que no podré leer la carta. Hoy domingo 9 de diciembre de dos mil dieciocho, me despido de mi amada para la eternidad.
Atentamente,
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Joan Captaire
Un fiel servidor
Fragmento de la obra detallado
La verdad es que yo no me fiaba mucho del Sr. Rato, pero cuando dijo que las ganancias nos las partiríamos en tres partes, una para él, otra para mí, y otra para la empresa, le empecé a mirar con buenos ojos. Estamos hablando de 30.000€ de ganancias mensuales, así que a mí me tocaría 10.000€ de ganancias.
Al cabo de dos meses, el Sr. Rato, empezó a faltar a su promesa y fue cogiendo dinero de la tercera parte, aproximadamente, unos 1.500€ mensuales. Yo, en cambio también falté a mi promesa y cogí más, yo cogí 2.000€ de la tercera parte.
El Sr. Rato, se sintió orgulloso de mí, empezaba a robar dinero de los contribuyentes.
Al cabo de dos años trabajando, al final yo cobraba 15.000€ mensuales, el Sr.Rato otros 15.000€ y los contribuyentes 0€ mensuales.
Más tarde el Sr. Rato me entregó un sobre con una tarjeta negra, y me dijo que me comprase lo que quisiera que lo pagaba la empresa.